L' Hospitalet quiere exportar el modelo de la Escuela Municipal de Música-Centro de las Artes (EMMCA) a otras ciudades europeas, en el marco de la red europea de transferencia de conocimientos ONSTAGE "Escuelas de música para el cambio social". Una red que lidera nuestra ciudad y que está formada por seis municipios más: Aarhus (Dinamarca), Adelfia (Italia), Grigny (Francia), Valongo (Portugal), Katowice (Polonia) y Brno (República Checa).

Hasta el 21 de septiembre, la ciudad acoge un encuentro internacional en el marco de la red europea ONSTAGE "Escuelas de música para el cambio social", que forma parte del programa europeo URBACT y que contará con la participación de representantes de las diferentes ciudades que integran la red. La alcaldesa, Núria Marín, les dio ayer la bienvenida en su visita a la ciudad.

Las siete ciudades comparten el objetivo de entender la música como una herramienta para fomentar la inclusión social, siguiendo el ejemplo y la experiencia de la ciudad de L'Hospitalet y del diseño de su escuela municipal de música.

La Escuela Municipal de Música-Centro de las Artes empezó a funcionar el año 2005, como apuesta para un nuevo modelo de oferta educativa que combina la actividad extraescolar con la intervención en escuelas de primaria para hacer llegar la práctica artística a todos los sectores sociales.

Desde su puesta en marcha, más de 50.000 personas han participado en las actividades de la escuela y unos 4.500 niños y jóvenes toman parte cada año de las actividades de la escuela.

Desde su puesta en marcha, la EMMCA quiso "repensar" el modelo clásico de escuela-conservatorio y se abrió a toda la población, como una herramienta educativa y de cohesión social. Actualmente, más de un millar de alumnos siguen cursos de música, teatro y danza en la sede central del EMMCA, en el barrio de Gornal. Paralelamente, la escuela imparte clases de manera descentralizada y dentro del horario lectivo en doce escuelas e institutos de atención preferente. En este programa participan también más de un millar de alumnos.

Desde que empezó a funcionar este proyecto, las escuelas participantes obtienen un éxito académico diez puntos superior al resto de escuelas de la ciudad con características similares y dos puntos por encima de la media catalana. Según diversos estudios, la educación musical en las escuelas aumenta la autonomía y la responsabilidad de los alumnos, cohesiona el grupo y ayuda a mejorar las habilidades básicas, especialmente en matemáticas.

La EMMCA recibió el pasado mes de octubre en Tallinn (Estonia) el sello europeo URBACT Good Practice en la categoría de inclusión social, para ser el resultado de una política municipal dirigida a la creación de espacios reales de cohesión social por medio de las artes. Una buena práctica que pivota en torno al desarrollo de competencias en niños vulnerables y su integración, una vez acabada la educación primaria, en los conjuntos instrumentales del EMMCA.


Programa del encuentro

El programa de la visita se inició ayer con una recepción a las delegaciones europeas que se hizo en el patio del EMMCA y a las cuales también asistieron alumnos de la escuela, familias y entidades e instituciones que conforman el grupo de participación URBACT de L'Hospitalet.

Los días 20 y 21 de septiembre tendrán lugar diferentes reuniones de trabajo y demostraciones del trabajo que hacen los alumnos de las escuelas Lola Anglada, Màrius Torres, Ernest Lluch, Santiago Ramón i Cajal y Pau Vila, con las que la  EMMCA mantiene proyectos Tándem. Los visitantes podrán participar, además, el jueves, día 20, en la fiesta de inicio de curso del EMMCA, que se hará en la Casa de la Música-Salamandra, y que contará con la actuación de grupos de pop-rock de la escuela.

El Comité de Seguimiento del programa europeo URBACT ha previsto la creación de un total de veinticinco redes de transferencia entre ciudades, formadas por setenta y cinco municipios de veinte países europeos. El objetivo de estas redes es transferir e implementar el conocimiento adquirido por las buenas prácticas en otras ciudades europeas y mejorar el funcionamiento.

Justo ahora ha finalizado la primera fase, con una duración de seis meses, que ha servido para desarrollar el futuro ejes de trabajo hasta 2020 y la ampliación de la red en nuevos municipios.